EL NIÑO Y LA PSP

Erase una vez un niño que para los Reyes Magos deseaba una PSP.

Se la pidió a Papá Nöel antes que a los Reyes, pero tampoco se la trajo; luego llegó la época de Los Reyes y tampoco...

Se lo comentó a unos amigos que ya la tenían y sus amigos eran malos amigos porque, por ejemplo, Juanito decía:

_¡Já!, yo ya la tengo desde hace más de un año. Y tu sin embargo la tienes. ¡Qué tonto eres!

El niño, que se llamaba Pepe se enfadó con el y con razón.

Solo le quedaba a alguien con quien confiar: Patricio.El si que era un buen amigo; y de echo confiaba en el.

_Patricio,¿ tu tienes la PSP?

_Sí, pero no la utilizo. Mira en un principio está bien, pero luego al cabo de unos años te aburre porque te engancha mucho, es porque hacen juegos para conseguir un fin.

Fíjate, si quieres te la regalo.

_¿De verdad?

_Pues claro hombre.

_ Esto es una broma.

_¡Qué no Pepe que es en serio!

_ Bueno, pues vale.Mañana me la traes; vamos cuando puedas.

_Vale, hasta mañana.

Al día siguiente, a Patricio se le olvidó la PSP y a Pepe le pilló un berrinche...

_ ¡Pero tu eres tonto, o que te pasa.

_¿Pero Pepe que te pasa?

_¡Qué no me has traído la PSP!

_Bueno, pues mañana te la traigo, hombre que no pasa nada.

_ Bueno está bien.

Al día siguiente, Patricio le gastó una broma y le dijo que no se la había traido, pero en realidad sí.

_¡Estúpido! ¡Torpe!, como que no me la has traido.

_ A ver, que se me olvida.

_Bueno, dejo de ser tu mejor amigo por eso.

_¿Qué?_ grito Patricio por el enfado.

_Pues mira, es que si te la había traido pero ahora...

_¿Qué?, ahora qué.

_Que la estampo con el suelo.

Y la estampó. Sonó ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PUMMM!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

_ Estas viciado a los vídeojuegos.Atende en clase, que es lo que hay que hacer. Mira me voy. Adiós.

_¡Bah!, gritó Pepe, me buscare un amigo mejor.

Pero no lo encontró.

Al cabo de unos meses, cuando otra vez llegó Navidad, Papá Nöel, sí le trajo la consola y Pepe se sentía triste por lo que había hecho con Patricio. Y la envió a los niños pobres de África, encima con todo lo que tenía sueldo en su hucha.

FIN

HECHO POR JORGE CÉSPEDES.